El medicamento es un premio de Dios a la República Dominicana
El Dr. Báez Acosta se ha mostrado renuente a revelar los ingredientes con los que elaboró el fármaco para la supuesta cura del sida
Muchas naciones han gastado miles de millones de dólares y no han logrado nada
Las primeras pruebas las realizó con un burro y un cerdo a los cuales infectó con el virus del sida, y después de tratarlos con HUMAN TS, pudieron recuperar la salud en una semana
Ningún investigador sabe más que yo, ni todos ellos juntos tampoco.
El tratamiento funciona igual en los humanos que en los animales
No oculta su temor por posibles acciones en su contra, ya ha tenido algunas amenazas por teléfono de personas malsanas las cuales pueden resultar perjudicadas
Muchos funcionarios están cuestionando el medicamento del psiquiatra, ya que no ha sido investigado científicamente.
Personas que luchan por los derechos de los enfermos del sida están querellándose contra el hombre que encontró la supuesta cura del sida.
Alrededor de 52 personas dice han sido curadas por el medicamento.
Mientras tanto, Salud Pública dio a conocer nuevos análisis a esas mismas personas, de los cuales, dijo, resultaron positivos
El Psiquiatra le envió una carta al Presidente solicitándole que le entregara la sala de sidosos del Hospital Padre Billini para él tratarlos.
El Dr. recibió una revelación divina con los ingredientes para la cura del sido. Le preguntó a Dios, que por qué lo había escogido a él, un humilde siervo.
Báez Acosta fue síndico de la capital
Dice que ha recibido muchas llamadas del mundo entero.
1 comentarios:
el Dominicano por no saver aveces se pierde de mucho, pero como dice un famoso libro por hay titulado (la isla de los pendejos)asi es nuestra isla. somos asi por naturaleza y lo que les costo a un grupo de hombres que lucharon y hasta dieron su vida por este pedasito de tierra,hoy es asi que se agradese. hoy a nadie le importa el oxido de las mellas de aquellos que dieron su vida por este pais somos un pueblo que olvida, o sera que solo algunos pocos contados por los dedos es que respetan y atesoran eso.
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