¿En verdad, tendremos esperanza para el 2009?
Para el recién año que inicia, los montellaneros tenemos en carpeta muchas obras, podríamos decir que las mismas obras del año pasado, las cuales han sido prometidas por éste y otros gobiernos, obras prioritarias que año tras año las hemos estado esperando, pero que nunca llegan.
Por lo pronto, sabemos que no tendremos liceo diurno para el 2009, pues fue excluido del presupuesto, luego que el Presidente Fernández lo prometiera en la pasada campaña. Para la construcción de este liceo se había aportado unos 4 millones de pesos y hasta se dio el primer picazo hace ya un año.
El Ingenio, única fuente de empleo masivo de nuestro municipio, lleva 5 años sin encender sus calderas, sin tirar humo, mientras sus campos de caña están languideciendo, sirviendo solo de alimento para las vacas. Unas cinco empresas inversionistas se han interesado en arrendarlo, pero a ningún acuerdo positivo han llegado con la comisión liquidadora, la misma gente del Banco Central, el mismo gobierno, como si no les importara la suerte de nuestro pueblo, que cada día se hunde en el lodo, sin fuentes de empleos para nuestros jóvenes y adultos.
Hoy, un comité gestor está encaminando los pasos, buscando todos los medios para sensibilizar el corazón del presidente, quien es la persona que tiene la última palabra para que Montellano vea su ingenio funcionando, pero no hay voluntad política.
Señores, y qué decir de la canalización y protección del río Camú para que no siga rompiendo terreno y entrando más a nuestro pueblo. ¿Cuántos años no tenemos clamando, rogando para que los gobienos de turno coloquen gaviones protectores en los diferentes barrios de nuestro municipio? Estamos esperando por esta obra también, que de no ser acogida, en varias crecientes más que haga el río podría seguir poniendo en peligro las decenas de casas que están al borde del precipicio.
El asfaltado de las calles del Corral y los Ciruelos, que fueron quemadas faltando días para el 16 de mayo pasado, fecha muy especial para los políticos, pero que luego fueron olvidados, y la promesa de asfalto aún está latente, mientras tanto las calles están en completo deterioro.
Y que decir de los moradores de los Cartones, Villa Melesia. Sus calles fueron rotas para introducir los tubos para el agua potable, y hoy están en estado deplorable, con una mezcla de polvo y lodo cuando llueve.
Solo nos queda pedir a nuestras autoridades que sean más sensibles a los problemas del pueblo, y que dejen de pensar en su bienestar personal. Recuerden, el dinero que ustedes reciben para administrar, es el dinero del sudor del pueblo, por lo que cada ciudadano tiene el derecho de exigir su buen uso.
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