Gilberto Corniel, presidente del Comité Pro Apertura del Ingenio Montellano, junto a todos aquellos que propiciaron la marcha desde esa localidad hasta la gobernación de Puerto Plata debe sentirse orgullosos.
El movimiento Pro Apertura hizo caminar aproximadamente 16 kilómetros a una síndica y a un ex síndico, cosa rara esa, sin mencionar las decenas de simples ciudadanos que bajo el calor abrasador desfilaron hasta Puerto Plata en apoyo al reclamo. Que yo sepa, no hay precedentes en este tipo de marchas cuyo objetivo fusionó los pareceres de los diversos bandos políticos que riñen de manera incesante por el manejo de los recursos del ayuntamiento.
Gilberto y los peregrinos de Montellano representan una muestra del universo de dominicanos cuyo único objetivo es tener trabajo honrado. Deberíamos llamarle la marcha de la subsistencia, la marcha del arroz con huevo, la marcha de los desamparados de la fortuna, porque en realidad es así.
Estoy seguro que no muchos de los caminantes han oído mencionar una maldición llamada DR-CAFTA, que podría definirse como una especie de enema, si, así como lo están leyendo, una especie de enema que sumió la producción nacional en un limbo. El DR-CAFTA es un género de jeringa que los gringos les introducen por la parte rectal del cuerpo a los países pobres, sin aceite ni nada, así, solita, con la única finalidad de mercadear su producción subsidiada excedente.
Muchos de los caminantes tal vez tampoco saben que las importaciones representan ingresos fáciles para unas cuantas familias de este país que desde un escritorio con aire acondicionado, blackberry e influencias políticas, importan desde el papel de inodoro hasta las más finas y elegantes piezas de vestir, todo en detrimento de la producción nacional y el empleo.
Desapareció el ingenio y se multiplicó por mil la miseria. Creció el vicio y la apuesta. Los montellaneros sólo son una pequeña muestra de que la globalización mil veces aclamada, un millón de veces impuesta como la panacea a la solución de los problemas económicos, es una bazofia pestilente.
Ahora con el cierre de hoteles cuyos trabajadores van para la calle o están ya en las calles, sería bueno que el gobierno meta su mano para contribuir a la apertura de ese medio de subsistencia para evitar que hombres honrados se sumen al ejército de delincuentes que andan por nuestras calles. Un desempleado que prueba el dinero fácil producido por el asalto, la venta de drogas o el robo, no vuelve a cumplir horario jamás.
¡Adelante Montellano, que no están solos!
por: Luis Henriquez Canela...Puertoplatadigital.com
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